Es copia anónima de un cuadro de Bocanegra que se encuentra en el Convento del Ángel Custodio, pero a diferencia de aquél, no lleva ángeles en la representación.
No es parte originaria del retablo ya que se colocó en él en la década de 1980 cuando éste se instala en la Sala de Lectura de la Biblioteca del Hospital Real.
La Virgen y el Niño, representación muy deudora de los tipos canescos, aparecen sobre un fondo de nubes, que manifiesta la sacralidad de la representación. María lleva manto azul y túnica roja, con tocado blanco ajustado a su cabeza y halo de estrellas y rayos. Mira cariñosamente al Niño, al que sostiene en su regazo. Jesús, con el pelo rizado y desnudo, mira sonriente, señalando con una mano hacia el espectador.