Recipiente destinado a la limpieza de gases. Estos se introducen en un líquido a través de un tubo, con el fin de eliminar impurezas. Mediante una solución, también es posible una humidificación con agua, un secado con ácido sulfúrico concentrado, e incluso una separación selectiva. El gas limpiado se extrae del frasco lavador a través de un segundo tubo.
Se fabricaron entre 1950 y 1970.
La llegada de esta donación a la Universidad de Granada está relacionada con la creación de un Museo de Historia de la Ciencia en el Colegio Máximo, que nunca llegó a abrir sus puertas, a pesar de esto, los objetos quedaron en la Universidad tras la firma de la donación por parte del rector Gallego Morell y el coronel director de la fábrica Fulgencio Ortega con la autorización del director general de Armamento y Material del Ministerio de Defensa.