Forma parte del programa iconográfico de la capilla, de carácter premonitorio y anunciador del Nuevo Testamento en las pinturas de los lunetos, con representaciones de ángeles, profetas y sibilas.
La pintura mural ocupa el primer luneto de la Epístola de la Capilla. Se trata de los profetas Isaías, a la izquierda, y Zacarías, a la derecha, postrados sobre el vano central que los separa. Viste el primero túnica ocre y manto azul, y lleva una sierra como atributo. El segundo viste túnica roja y manto azul, y lleva como atributo un libro y un compás.
Obra correcta, pero un tanto blanda y apastelada.