Soñab está formado por un conjunto de seis piezas de formato cuadrado relacionadas entre sí a través de la paleta cromática, la técnica y la temática, todas propias de una estética que podemos asociar a su autor y, de forma más concreta, a esta serie.
El fondo es el resultado de un trabajo de amplias manchas de colores de tonalidad fría, desde los ocres y grises, azules y blancos. Este será el marco sobre el que se desarrollarán una serie de escenas protagonizadas por uno o dos personajes, tan inquietantes y oníricas como la propia atmósfera que los envuelve, enfatizada por la plástica pictórica, donde abundan los chorreones de pintura líquida, las manchas superpuestas y la ausencia casi total de dibujo, a excepción de los rostros de los protagonistas.
La pieza está ocupada por una representación de dos personajes, masculino y femenino, que montan un équido. Las fronteras de la realidad están difusas, el color trasciende una línea que percibimos inexistente, no existe límite entre el fondo y las formas representadas en primer plano.