Pieza compuesta a base de amplias masas de tinta china negra sobre papel. Representa a dos mujeres jóvenes que cosen una misma pieza de tela, sentadas una frente a otra en el interior de una habitación.
La composición está marcada por la presencia de ambas figuras y su relación a través de una línea diagonal que las conecta. Se representan con todo detalle el cabello largo de ambas y los plegados de los tejidos de sus atuendos, mientras que no existen referentes que nos permitan identificar el entorno donde se encuentran. Ellas son las únicas protagonistas de esta escena, el espectador no puede desviar su atención.
La pieza sigue una línea trazada por la autora en torno al análisis de la representación de la mujer en el arte y, de forma más concreta, en el cine. En este caso, son dos de los personajes de Mujercitas quienes acaparan la escena y sobre ellas cae todo el peso de la expresividad de la misma.