El cenicero fue realizado hacia 1980 en la Fábrica de Cerámica San Isidro de Granada, aunque su autoría se desconoce. Agustín Morales Alguacil ya había consolidado su fama como maestro ceramista en este momento y, en mayo de 1977, fue nombrado por Juan Carlos I "artesano ejemplar".
La obra forma parte de la Colección de Cerámica Agustín Morales Alguacil – Fábricas de San Isidro, compuesta por más de 400 piezas datadas entre los siglos XVI y XX y donada a la Universidad de Granada en abril de 2021.
Cenicero de cerámica granadina modelado en arcilla, torneado en pella y horma y esmaltado en blanco con decoración repintada en azul cobalto y verde óxido de cobre.
El ornamento se configura en torno a una flor central de la que brota una abigarrada decoración vegetal geometrizante que irradia a la superficie de la obra, siguiendo la idea de horror vacui tradicional en la cerámica granadina.