Forma parte de un conjunto mobiliario de cuatro piezas de estilo "Boullé" propiedad de María Julia Castillo López, donados a su muerte a la fundación benéfica San Francisco Javier y Santa Cándida, de la que el Rector de la Universidad de Granada era el tesorero. Inicialmente se hallaban depositados en la Capilla del Hospital Clínico de Granada, de donde fueron reclamados por el Rector Federico Mayor Zaragoza, en 1968, para que pasaran a la sede del Rectorado, dado el valor material y representativo de estos muebles.
Fue restaurado en 1968 por el ebanista Rafael Rodríguez.
Charles Boullé, el más prestigioso ebanista del periodo de Luis XIV, fue el primero en componer estas esplendidas piezas de decoración barroca. Su técnica de incrustación, muy refinada y cara, alcanzó tan notable éxito comercial que la producción de muebles de este tipo se mantuvo hasta finales del periodo de Napoleón III.
Curioso mueble mezcla de secreter y semanier de estilo "Boullé". En su aspecto exterior responde al esquema de cómoda alta, estrecha y relativamente poco profunda, caracterizada por tener siete cajones, uno para cada día de la semana, en cada uno de los cuales debiera ir contenida la muda diaria de ropa blanca. Sin embargo, se halla a medio camino del típico sécretaire dieciochesco, cuyos tres cajones superiores en realidad conforman un plano abatible que oculta tres cajoncitos para guardar los útiles de escribir. Rematada por una fina piedra de mármol blanco, presenta labor de incrustación en lámina de cobre, peltre y carey con motivos "estilo Bérain" en la faja inferior y en el frente de los cajones, así como aplicaciones de bronce en las esquinas y patas simulando esfinges y grupos vegetales. Es destacable el juego de arabescos y el contraste cromático entre el dorado del metal, el rojo de la concha y el negro de la madera.