Obra pictórica conformada por dos lienzos pintados en técnica mixta, de estilo abstracto. Se caracteriza por un fondo amarillo y la representación de diversas formas en colores cálidos, predominando el marrón, el verde oscuro y los tonos rojizos. Entre las formas que nos podemos encontrar, se diferencian líneas y otras figuras alargadas que no adquieren ninguna forma geométrica específica. La obra se puede asemejar a las pinturas rupestres y quizás la autora la creó en base a esa influencia ancestral para motivar una reflexión sobre el entorno.