Objeto (Artístico): Soñobs

Pintura monumental protagonizada por dos osos, uno polar y uno pardo que, alzados sobre sus patas traseras, pelean utilizando sus garras. Las dos manchas cromáticas que forman los cuerpos de los animales se recortan sobre un luminoso fondo blanco que enmarca la escena en un no lugar concediendo preeminencia al acto de la confrontación violenta. 

Las fauces abiertas de los úrsidos, la agresividad con que sus cuerpos se alzan y se agreden, la sangre que brota entre la piel, la atmósfera de enfrentamiento irreconciliable que bien nos podría llevar a recordar a la lucha fratricida del Duelo a garrotazos (Francisco de Goya, 1820-1823), se plasman con expresividad sobre el soporte a partir de amplias pinceladas, chorreones de pintura y una intensidad cromática que enfatiza el dramatismo.

La composición juega con la verticalidad ligeramente diagonal dibujada por los cuerpos de los osos, concediendo todo el protagonismo, en el centro, a las extremidades superiores, cruzadas en la horizontal. La mirada del oso polar al espectador, en un plano ligeramente inferior al pardo, destaca sobre el gris pelaje del rostro y el cuerpo, negra y perdida.